He estado muy pensativa últimamente, de hecho, tanto dolor por lo ocurrido en Ecuador me tiene un poco más reflexiva, sin lugar a dudas, el dolor y la tragedia hace que tu corazón piense sobre algunos tiempos y costumbres pasadas que hacían de la vida mas humana y mas de alma y espíritu.
El mundo actual está tan alejado de lo que realmente es la compasión, la lealtad, el amor, la conquista y la verdadera amistad, y no, no estoy trascendental o en "mis días", lo que pasa, es que pienso en que legado le estamos dejando o peor aún, trasmitiendo a las nuevas generaciones.
Como la última generación que conoció el valor (y no me refiero a su costo o marca) de una muñeca o un carro, de un juego de mesa o un baile en la sala de su casa creyendo ser "superstar", hemos permitido que la tecnología y la facilidad que ésta nos otorga, nos haga olvidar de nuestra cotidianidad los pequeños detalles de gran valor, como, saludar mirando a los ojos, disfrutar del paisaje (así estés en la congestionada ciudad) mientras vas en un bus, dar un abrazo muy fuerte al encontrarse a alguien en la calle, disfrutar de las charlas con los tíos o abuelos... En fin, hemos olvidado que la sonrisa proviene del alma y no de un emoticón.
Hoy quiero que nos pongamos la mano en los recuerdos y traigamos a la mente lo que realmente nos hacia feliz, el dulce preferido, la canción que bailábamos solos, el olor de aquel o aquella que nos despelucaba y como "adultos contemporáneos" intentemos trasmitir esos pequeño placeres de la vida a los chinos y pekes que están a nuestro alrededor y enseñarles que los valores no están solo en los libros del colegio.
PD: En la Cruz Roja están recibiendo todo tipo de donaciones (agua, cobijas, ropa, alimentos enlatados...) para las personas de Ecuador, ellos nos necesitan más que nunca.
Seguiré escribiendo y espero me sigan leyendo... Abrazos
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